
Protección solar para deportes al aire libre
Los efectos del sol en el cuerpo humano

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Aunque dependemos del sol, no debemos subestimar su fuerza.
La sobreexposición de nuestra piel a las radiaciones UV causan quemaduras, que a su vez aumentan el riesgo de sufrir un cáncer de piel.
La sobreexposición de nuestra cabeza al calor solar produce insolaciones, que suelen ir acompañadas de fuertes dolores de cabeza y nuca, náuseas y mareos.
Como todo en la vida, es esencial mantener un equilibrio saludable, especialmente cuando se pasa mucho tiempo al aire libre.
Los “solarios” de nuestro cuerpo
Tanto si caminamos erguidos como si estamos sentados en una bicicleta o en una canoa, practicando deportes al aire libre algunas partes del cuerpo están más expuestas al sol que otras. Estos “solarios” necesitan una protección especial.
De arriba abajo: la frente, el dorso de la nariz y la barbilla son un buen punto de partida para las quemaduras solares, seguidos por los hombros, la nuca y el escote, el dorso de las manos, las rodillas, las pantorrillas y el dorso de los pies.

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Slip, slop, slap

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La protección solar es obligatoria en todas las zonas descubiertas. Además, los sombreros no solamente protegen de las quemaduras solares en la cara, sino también de las temidas insolaciones.
El equipaje también debe incluir gafas de sol para proteger los ojos. Además de absorber las radiaciones UV-A y UV-B, deben ser lo suficientemente grandes como para cubrir bien los ojos.
La protección adecuada para cada tipo de piel

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La intensidad de la protección solar que necesitas depende de tu tipo de piel.
Las personas de piel clara y sensible no deben permanecer sin protección bajo el sol durante más de 10 minutos. Para practicar deportes al aire libre, es aconsejable llevar ropa ligera de manga larga, utilizar una crema solar con un factor de protección solar alto y llevar un sombrero de ala ancha.
Cuanto más oscuro es el tipo de piel, mayor es el factor de protección del propio cuerpo. Sin embargo, el uso de la crema solar y el sombrero es absolutamente imprescindible.
Ayuda rápida en caso de emergencia
Si tu piel empieza a enrojecer o notas los primeros síntomas de insolación a pesar de las medidas de protección, ponte inmediatamente a la sombra y evita el sol también durante los días siguientes.
Las compresas húmedas en la frente, el cuello y las zonas afectadas refrescan y proporcionan alivio. En caso de quemaduras solares leves, lo mejor es empapar paños con agua, pero el quark y el yogur también tienen un efecto refrescante eficaz. Además, es necesario que bebas mucho líquido para rehidratarte.
El uso de hielo es crítico, ya que puede provocar una congelación en tu piel ya irritada.
Si la quemadura solar está avanzada o experimentas síntomas que van más allá de un leve dolor de cabeza y malestar general, acude urgentemente a un médico.