
Dificultad de las rutas en bicicleta de montaña: Escala Single Track
Fácil, moderado y difícil
En nuestra plataforma, los senderos de descenso se dividen en las tres clases de dificultad (fácil, moderado y difícil) para que se correspondan con la clasificación de colores (azul, rojo y negro) de la escala Single Track (STS) comúnmente utilizada en el ciclismo de montaña.
La escala Single Track utiliza seis grados S para ayudar a evaluar la dificultad con mayor precisión entre estos tres grados principales (azul, rojo y negro). Además, la STS permite evaluar técnicamente los tramos llanos o en bajada de la ruta.
Los seis grados de la escala Single Track
S 0
Senderos suaves por bosque y pradera con buen agarre, pendientes suaves y curvas amplias. No es de esperar que haya escalones, rocas o raíces. Los senderos S0 pueden ser recorridos incluso sin experiencia en MTB.
S 1
Se pueden esperar pequeños obstáculos, como raíces planas, pequeñas piedras y algún barranco. La superficie no siempre es firme. La pendiente es de hasta un máximo del 40%. No es de esperar que haya curvas cerradas. En un sendero S1 se requiere una técnica básica de MTB y una atención constante. Los pasajes más complicados exigen un frenado dosificado y desplazamiento del cuerpo. Por lo general, deben recorrerse en posición de pie.
S 2
Los senderos con un grado de dificultad S2 probablemente contengan raíces y piedras más grandes. La superficie suele estar suelta. Se pueden esperar escalones. A menudo hay curvas estrechas y la pendiente puede ser de hasta el 70% en algunos lugares. Es necesario poder frenar con precisión y balancear el peso del cuerpo para superar los obstáculos con éxito.
S 3
Los senderos poseen muchos pasos técnicos con bloques de piedra y/o raíces. Escalones altos, curvas cerradas y pendientes difíciles. La posibilidad de rodar relajadamente es escasa. A menudo la superficie es muy resbaladiza y con pedregales sueltos. Normalmente con pendientes de más del 70%. No se necesita una técnica especial de descenso, pero sí un muy buen dominio de la bicicleta y una concentración constante. Se requiere un frenado exacto y un muy buen balance.
S 4
Senderos muy empinados y con bloques de grandes rocas y/o pasajes de raíces exigentes, así como pedregales sueltos. Pendientes extremadamente pronunciadas, curvas estrechas y escalones elevados que pueden tocar las coronas. Para recorrer un sendero de categoría S4, las técnicas de conducción, como la capacidad de mover la rueda delantera o la parte trasera (por ejemplo, en las horquillas), son absolutamente esenciales, así como una técnica de frenado y un equilibrio perfectos. Solo los pilotos extremos y los ciclistas excepcionales consiguen recorrer estos senderos. Incluso a pie es difícil superar las rutas S4.
S 5
Terreno muy técnico con suelo resbaladizo, curvas extremadamente cerradas, contrapendientes, acantilados y obstáculos constantes como troncos, rocas y raíces. Muy poco tiempo de descanso, si es que lo hay. Algunos obstáculos tienen que ser saltados. Cargar la bicicleta es casi imposible, ya que se necesitan las manos para sujetarse o incluso subir. Estas rutas son solo recorridas por expertos.
El grado más frecuente que se encuentra a lo largo de la ruta determina el grado general de toda la ruta.